Perú, Política Robby Ralston Perú, Política Robby Ralston

Live and let SPY. Cosas del espionaje.

En mi humilde opinión, espiar a tu vecino no es una opción del Gobierno: es un DEBER del Estado. Es una tarea estratégica absolutamente necesaria e imprescindible.

Live & let spy.
Live & let spy.

Sé que mucha gente anda caliente con el tema del espionaje con Chile, pero en realidad, yo le veo un lado bastante bueno. Antes de que los ultras me incineren en la hoguera, me explico.

En mi humilde opinión, espiar a tu vecino no es una opción del Gobierno: es un DEBER del Estado. Es una tarea estratégica absolutamente necesaria e imprescindible.

No estamos hablando de espionaje industrial, cosa que está prohibida, aquí hablamos de Inteligencia para la Seguridad Nacional, cosa que también seguramente está prohibida en todos los tratados internacionales, pero que todos los países serios del mundo ejercen sin el más mínimo remordimiento.

Sinceramente, yo espero que el Perú también esté “espiando" o recabando información de inteligencia de cuanto país haya que pueda afectar nuestra seguridad, nuestra estabilidad económica o simplemente nuestra tranquilidad de los domingos. Es más, yo cuento con que lo estemos haciendo y no seamos tan tarados de estarnos tranquilitos en nuestras casitas sin conocer algunos datitos importantes, como qué clase de misiles tiene Chile, si el Plan B de Evo Morales respecto a la salida al mar pasa por Arica, si Correa tiene malas intenciones con Perú o si Maduro planea huir a Lima cuando finalmente lo linchen en Caracas.

Tenemos que saber todo eso. Todo eso y mucho más. Es vital estar informados.

Si para saberlo el Gobierno del Perú se vale de conversaciones amicales en cocteles, de publicaciones de terceros, si mete prostitutas o amantes a las autoridades extranjeras, o si le tiene que pagarle 200 dólares a algún soldadito vecino, me importa poco; todo es bienvenido a cambio de contar con información de Seguridad Nacional. Además entiendo que para eso existen fondos secretos y reservados que controla el Presidente de la Republica.

El Protocolo.

La “indignación” nacional frente al caso de espionaje, hace que esta noticia se alargue más de lo necesario. Lamentablemente así tiene que ser. Nos tenemos que sentir “indignados” por estos gestos poco amistosos de Chile, así sea verdad que nosotros también los estemos espiando poco amistosamente. Es parte del protocolo:

  1. Nos sentimos indignados y pedimos explicaciones.
  2. Chile dice que ellos no saben nada y que nadie en el Gobierno ni en las Fuerzas Armadas de Chile tiene que ver con el asunto. Que ellos nos tienen cariño y nos quieren.
  3. Perú dice que no les satisfacen las explicaciones. Llama a su Embajador.
  4. Pasa el tiempo.
  5. Matamos nuestras pulgas: condenamos a nuestros traidores en público, ellos condecoran a sus espías en privado.
  6. Pasa el tiempo. Hasta el próximo caso.

Es como un libreto que hay que seguir, no sólo para espionaje sino para varios temas en los que los países entran en problemas. Así tienen que ser las cosas y no pueden ser de otra forma. Pero de ahí a que los peruanos dejemos de comprar en Falabella o los chilenos dejen de ir a comer a “El Otro Sitio”… vamos, no es para tanto. Además, honestamente, creo que ambos son sacrificios que ninguno de nuestros pueblos está dispuesto a hacer.

El espionaje es parte del juego.

Spy_vs._Spy
Spy_vs._Spy

Aceptémoslo y dejemos de andarle pidiendo explicaciones tontas a Bachelet. ¿Qué queremos que nos diga? “Uy, perdón peruanos! Me ampayaron... Jeje! Les juro que no lo vamos a volver a hacer.” Es decir… Está en todas la películas: la regla #1 del espionaje es que si chapan al espía, el Gobierno en cuestión se hace el que no sabe nada. Si Tom Cruise cae en Praga, Obama no manda ningún tuit. Si Sean Connery es atrapado por Goldfinger, la Reina no interrumpe el té de las 5. ¿Es que nadie ve películas?

¿Ustedes creen que Bachelet va a despedir al General a cargo de la operación en Perú y que va a desmantelar su programa de Inteligencia solo porque le descubrimos un par de fuentes en el Callao? Lo máximo que le va a decir -en privado- es: “No seai penca puh jetón culeao! Vaya a hacer su pega y no dejí que te cachen de nuevo, poh!”

Chile nos espía, Bolivia nos espía, Brasil nos espía, Ecuador nos espía… Y nosotros los espiamos a todos ellos. Así es el juego. A los que están cerca y son peligrosones los espiamos a fondo; a los que están lejos y no representan amenaza, les hacemos un espionaje light.

Y si no lo estamos haciendo… no seamos idiotas y empecemos a hacerlo ya.

Pero en realidad no me cabe en la cabeza que no tengamos un programa de Inteligencia en marcha. Yo duermo tranquilo confiando que nuestras Fuerzas Armadas se mantienen informadísimas todos los días.

El lado bueno.

Y así, vuelvo al inicio del post: a todo esto del espionaje de Chile yo le veo un lado bueno.

Primero: porque me dice que alguien aquí en Perú, en nuestra Marina de Guerra, está haciendo bien su chambita y descubrió a los espías. Si bien es cierto que nunca van a acabar con el problema del espionaje, por lo menos se la están haciendo difícil. Y eso a mi me parece muy bueno.

Segundo: porque como no  nos han descubierto recientemente a ningún espía, ni en Chile, ni en Ecuador, ni en Brasil… eso me hace pensar que quizás somos unos tromes en el asunto. No vaya a ser que nos estemos concentrando demasiado en la gastronomía cuando aquí tenemos otro servicio de exportación en el que destacamos, no? Por lo que se ve hasta el momento, nuestros espías son mejores que los de nuestros vecinos. Al menos, bastante mejores que los de Chile. :)

Leer más
Columnas Robby Ralston Columnas Robby Ralston

El Debido Rol.

En esto del caso Ariza lo que más me preocupa no es que Chile nos espíe... lo que me está a asustando es que -a juzgar de las ofendidísimas reacciones de algunos- parece que nosotros no espiamos a nadie. ¡Díganme que no es cierto! Dígame que sí tenemos un cuerpo de Inteligencia que a punta de cebichitos, botellas de pisco y/o los dólares que sean necesarios, tienen a sus propios Arizas en cada país vecino.

¿O es que nunca jugaron Stratego? ¿O es que nunca vieron películas de Bond? ¿De verdad piensan que Chile, Ecuador, Bolivia, Brasil, Colombia... no nos espían? ¿Pensamos que USA apaga sus satélites cuando pasan sobre el Perú?

El espionaje existió y existirá siempre. Es parte del trabajo militar: detectar espías, fusilarlos y sellar las fugas. Lo que pasa en las noticias y la diplomacia ese es otro cantar. Por eso es importante saber que estas crisis internacionales no son nuevas y entender que para cada una de ellas ya existe un libreto pre-escrito. (¡O debería existir!)

En Marketing este trabajo se llama “Manejo de Crisis” y toda empresa seria sabe de antemano qué debe hacer en caso de que una de sus marcas se vea envuelta en un problema mediático, todo está definido: quién habla, cómo habla y qué dice. Nada se deja al azar.

Aquí también parece que cada cual tiene su debido rol:
Acto 1: Chapan al espía y el espiado se queja. 
Acto 2: El país espía se hace el sueco a ver si pasa piola.
Acto 3: El espiado patalea más fuerte. 
Acto 5: El país espía ofrece una investigación.
Acto 6: Condenan al espía.
Acto 7: Ambos países enfrían las cosas. 
Acto 8: Años después, el país espía presenta un informe que a nadie sirve ni importa, porque en realidad nadie esperaba que castigasen a un soldado de inteligencia por hacer bien su chamba.

Listo. Superada la crisis. A otra cosa. Hoy los descubrimos nosotros, mañana podemos ser nosotros los descubiertos y necesitaremos aplicar el mismo libreto pero al revés, y cada cual a cumplir con su debido rol.

Es como cuando Alan salía en plena crisis mundial a pedir confianza e inversiones para un Perú imparable. ¿Realmente pensábamos que era tan estúpido como para no entender qué clase de crisis se venía? La tenía clarísima, pero sabía que como Presidente había un papel que estaba escrito para él y -debo reconocerle- lo jugó muy bien, con la cara dura y la frialdad que el rol requería.

Mientras entendamos que cada uno está interpretando su papel en el Manejo de Crisis, todo bien. Una única recomendación a los actores: no improvisen, péguense bien al libreto y respete cada cual su debido rol.

Leer más
Perú, Política, Columnas Robby Ralston Perú, Política, Columnas Robby Ralston

No tocar.

A.-“Cuando entraron los Socialistas, encontraron que ‘El General’ había dejado la economía funcionando muy bien, pero ninguno tenía claro el porqué funcionaba. Era como si hubieran encontrado un tablero con mil botones, algunos encendidos, otros apagados. Los Socialistas hicieron lo mejor que podían hacer: no tocar nada y dejar que la cosa siguiera andando mientras ellos entendían el asunto”.

Así me explicó la economía chilena un taxista de Santiago. Completamente desmitificada.

B.- Cuando empezó el periodo de Toledo, con esos escandalotes dignos más de Magali TV que de Cuarto Poder, todos mis clientes estuvieron muy medidos en sus inversiones. Incluso el consumidor estuvo cauto en el gasto. Pero al segundo año fue como si todos (empresariado y consumidores) hubieran dicho: Ok señores, Toledo no va a hacer locuras… es hora de seguir chambeando. Y así lo hicieron y prácticamente todos (sino todos) tuvieron crecimiento en cada año del Gobierno que termina. Desde entonces, la política fue por su lado, y el empresariado y el consumidor fueron por el suyo.

Y todos felices.

C.- Mi amigo Pablo Benegas, argentino él, además de ser un gran Director Creativo, es también un súper parrillero. Un día le pregunté cuál era el secreto para la carne en la parrilla.

“Primero, usa sólo sal gruesa –me dijo. Y luego, recuerda que la carne, una vez en la parrilla, no se mueve para nada! Déjala quietecita. Si quieres entretenerte: dale vuelta a los chorizos, juega con las morcillas, el pollo… pero la carne, no la toques.”

A+B+C.- Se viene un nuevo gobierno, que –igualito que el de los socialistas chilenos- llega al poder con una experiencia previa nefasta en materia de economía. Ante este escenario es completamente previsible que empresarios y consumidores se tomen un tiempito para ver “cómo es la vaina”. (De hecho, hace ya meses que muchos están “on hold”).

Ojalá, Alan y su equipo económico sean tan sabios como mi amigo Pablo con la carne… y no toquen nada! Ojalá se entretengan peleando en el congreso, destapando escándalos, extraditando a Fujimori y esas cosas que dan mucha noticia pero que –felizmente- no asustan ya al empresariado ni al mercado, que ya aprendieron que en el Perú una cosa es lo que se dice y otra la que se hace. No vengan ahora a querer cambiar las reglas y hacer lo que prometieron en campaña… ¡Por favor! ¡Sean consecuentes!

Aprendan del taxista: no hagan nada, no toquen nada, mientras aprenden dejen todo tal cual lo encontraron. Dedíquense sólo a hacer política y dejen que el empresariado y el consumidor hagan lo suyo. Y todos felices.

Lo que el chino ha unido -y el cholo ha mantenido- que no lo deshaga el Apra. Por favor Diosito. Amén.

 

Leer más