Columnas, Perú Robby Ralston Columnas, Perú Robby Ralston

En qué momento se volvió a joder el Perú.

Hace apenas unos meses, quería escribir un artículo titulado “En qué momento se arregló el Perú”, pero mientras mis chicas y yo andábamos de vacaciones escolares parece que alguien me cambió el país. Marchas, vaso de leche, etnias levantadas, universitarios politizados, toma de pueblos e instalaciones estratégicas, inflación, interpelación, cambio de ministro de economía... ¿Qué diablos hicieron? ¡¿No puedo salir un ratito sin que alguien haga que mi país que iba “bien” de pronto retroceda a los 90s?!

Y digo “alguien” porque este cambio ha sido tan rápido que seguramente está diseñado y producido. Porque -que yo sepa- ni China ni India dejaron de comprar metales, y mientras eso siga seguiremos en azul, con suficiente dinero para -si nos proponemos- lograr que nuestro futuro cambie.

Pero quién... ¿quién puede haber orquestado esta “mega-crisis-aguda-fulminante”?

Como decía el Detective Harry Suda en el Súper Agente 86, “habiendo 2 posibiridades”: O la Oposición o el mismo Gobierno. Veamos... Si es la Oposición, habiendo 2 posibiridades: O es Humala, o son los otros.

Humala sabe perfectamente que jamás podrá ser Presidente si este modelo económico funciona; necesita que fracase, que haya una “buena” crisis para que el pueblo lo elija por descarte, como elegimos a Alan. Él mismo dice que “no está detrás, sino al medio“ de todo esto, pero bueno... podría estar aprovechando el caos.

Ahora, si no es Humala y son los otros, habiendo 2 posibiridades: O es Toledo, o es Keiko.

Si Toledo crea la crisis podrá argumentar muy creíblemente que lo necesitamos nuevamente en Palacio para que vuelva a dejar el país “bien”, como -efectivamente- lo dejó. Pero si es Keiko y su team, la cosa puede ser más maquiavélica aún: si logran asociar Alan + Crisis + Inflación + Caos + Violencia Social, estarán replicando el escenario exacto del que “sólo Fujimori pudo sacarnos.” De ahí al indulto... hay un pasito.

¿Pero qué pasa si no es la Oposición sino el mismo Gobierno? Habiendo 2 posibiridades: o es a propósito, o de verdad se les está yendo de las manos.

Si es intencional, habiendo 2 posibilidades: o es una bomba de humo para ocultar escándalos, negociados o empezar el saqueo, o es una estrategia para tener algo que arreglar y llegar al 2011 como salvadores eficientes, rodeados de un aura de éxito.

Hasta aquí todas las posibiridades arriesgan el bienestar de millones de personas en busca de rédito personal haciendo gala de una irresponsabilidad mezquina y criminal. Porque resulta que el Mercado no juega a la política: si el inversionista ve señales negativas saca su plata, genera desempleo, baja el consumo y entonces viviremos ya no una “mega-crisis-aguda-fulminante” sino una lenta e interminable agonía, como son las crisis de verdad que -lamentablemente- todos conocemos tan bien.

Pero queda un último escenario: que sea el Gobierno, y que de verdad el país se les esté yendo de las manos.

Pucha, ojalá que no. Porque entonces, habiendo una sola posibiridad: nos jodimos otra vez!

 

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Un Gaseovet mercadológico.

A. Mientras observábamos la debacle financiera de un conocido que se había excedido exagerada e irresponsablemente en sus gastos, mi amigo Carlos Pinto, en ese entonces Presidente de McCann Erickson Ecuador, me aconsejó con su sabiduría brasilera: “Nunca te tires pedos más grandes que tu calzoncillo”.

B. Hace unos días, el Barómetro de la U. De Lima me llegó por cortesía del gran Abel Aguilar. En él se puede leer que el 47% de los peruanos piensa que la situación económica está regular/buena/muy buena y el 63% piensa que el próximo año va a estar igual o mejor. Si nos olvidamos por un momento de la popularidad de Toledo y nos concentramos en estas cifras, veremos que delatan un montón de gente con buenas expectativas futuras: business!

A + B. Se presenta entonces un escenario interesantísimo para el Marketing de Expectativas. Definitivamente, muy poca gente está dispuesta a gastar hoy lo que no tiene, pero hay una buena cantidad de consumidores que está creyendo que pronto va a tener.

Podemos aprender de lo que hicieron los fabricantes de autos norteamericanos -unos maestros en el tema- luego del atentado del 11/9, cuando su mercado se cayó tan estrepitosamente como las mismas torres. La única forma en que pudieron superar la crisis fue siendo extremadamente creativos en la oferta financiera, apostando a las expectativa a largo plazo del norteamericano aterrorizado.

Guardando las distancias, lo mismo podría aplicarse en nuestro mercado. Para la mayoría de los mortales, comprarse un auto nuevo (para seguir con el ejemplo) es un gasto no prioritario por el momento… “quizás más adelante, cuando las cosas mejoren”.

Pero cómo reaccionaría ese mismo consumidor si le ofrecieran no pagar ninguna cuota –ni de auto, ni de seguro- por los primeros 12 meses. Si se le ofrecieran plazos más largos (a 7 años por ejemplo); si se le hablara ya no de $20,000, sino de pequeñas cuotas mensuales de $350. Si se le ofreciera además $1000 para elija qué accesorios ponerle a su auto nuevo… y $300 en gasolina gratis… y la posibilidad de ganar un atractivo sorteo.

En este ejemplo –que porsiacaso es real- la creatividad financiera ha convertido un no rotundo en un muy posible sí, creando una oferta que trabaja no sobre las dudas actuales del consumidor, sino sobre su estado mental, su optimismo y sus expectativas en el mediano plazo.

En una coyuntura como la actual, un Gerente Financiero creativo y audaz, puede convertirse en un gran aliado del Gerente de Marketing, ayudándolo en la importantísima tarea de trasformar esas insoportables flatulencias de hoy en los inofensivos peditos del mañana.

 

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