Consultoría Creativa

Blog de Robby

En este Blog, Robby Ralston postea sus ideas personales y comparte los artículos que ha publicado a través de los años.
El blog existe desde desde el 2004.

La puntita nomas vs. Del lobo un pelo

Para empezar debo declarar que después de haber conocido a bastantes homosexuales a lo largo de todos estos años, he llegado a la sesuda conclusión de que son seres humanos.

Si, yo sé que hay muchos a los que les parecen bichos raros que deberíamos encerrar en alguna lejana reserva natural para que nuestros hijos sólo se enteren de sus cochinadas cuando ya sean grandes, a través de algún documental de Discovery, pero no… estoy segurísmo de que son miembros del género humano y además súper parecidos al resto de nosotros: los hay buenos, los hay malos; los hay simpáticos, antipáticos; los hay idiotas y también brillantes.

Y entonces, por pura consecuencia con mi revolucionaria conclusión, yo pienso que los homosexuales se merecen toditititos los derechos que nos merecemos los demás seres humanos. No hay otra opción posible. Es cuestión de tiempo no más, pero tiene que darse.

De hecho -ya lo dije por ahí en algún tuit- negarle sus derechos a los homosexuales me parece la peor de las mariconadas.

La Puntita Nomás.

Hecha esta aclaración, quiero darle vueltas a la estrategia con la que todo este tema ha sido planteado en el Congreso, porque pienso que hay algunos errores grandes que no deberían repetirse si de verdad quieren que este tema prospere.

En mi humilde y heterosexual opinión, el principal error cometido me parece que es el de haber elegido la estrategia de “La puntita nomás”.

Me imagino las largas discusiones que habrán tenido antes de tomar la decisión. Seguramente hubo un grupo radical que pedía que fueran a pelear por todos sus derechos y otro grupo más calculador que proponía restringir la discusión -por ahora- sólo al tema de los derechos civiles de las parejas. Al final triunfó esta última posición y así fue que se propuso la ley de la Unión Civil.

“Esto no es matrimonio, esto no se trata de adoptar niños, sólo se trata de los derechos de la pareja homosexual en caso de que el otro muera o se divorcien, de eso y de nada más, de verdad lo decimos, no se preocupen, somos sinceros, palabra de gay, cross my heart, sólo un poquito… la puntita nomás.”

¡El bullshitómetro de los conservadores debe haberse disparado hasta las nubes!

Nadie cree en la promesa de la puntita nomás, porque ningún hombre, mujer o gay ha sido capaz de cumplirla jamás. Seguramente algún maestro yogi majarichi cultor del autocontrol lo habrá logrado, pero la mayoría de las personas sabe que después de la puntita, todo lo demás viene de sopetón, sin tiempo para ni para darse cuenta! Por eso cuando cualquiera huele una promesa que viene con esas intenciones (en los negocios, en los créditos que ofrecen los bancos, en los amores, en el Congreso…) prefiere protegerse y abstenerse del todo.

Y eso es lo que pasó. “Mmmm… ¿Sabes qué? Algo no me suena… Mejor no compadre… Veámoslo después, ya?” Y el proyecto se fue al archivo.

La pregunta del millón es ¿por qué pelear por la puntita nomás si lo que de verdad quieren y realmente se merecen es el todo? He ahí la cuestión. El camino de la puntita nomás no es muy transparente y genera muchos recelos. Y es que todo lo que se hace a escondidas, por lo general, no es bueno. O quizás es buenísimo, quién sabe, dime tú, pero es socialmente condenado.

Del lobo, un pelo.

Yo pienso que -estratégicamente- debieron elegir ser exageradamente transparentes y poner sobre la mesa TODO el tema homosexual y reclamar TODOS sus derechos.

Si los esclavos hubieran pedido libertad sólo para el fin de semana, seguramente todavía los venderían en subastas. Si las mujeres hubieran pedido votar sólo en las distritales, todavía no podrían ser socias del Regatas. Como se trata de un asunto muy serio, la lucha por los derechos no puede ser a medias, debe ser total.

Y para eso hay que hablar clara y abiertamente.

Hay un montón de consecuencias lógicas en esto de reconocer derechos civiles a los homosexuales que no son para nada obvias ni conocidas y que bien harían en comenzar a difundir, explicar, discutir y argumentar desde ya. De hecho yo mismo -que principistamente estoy a favor del tema- no estoy para nada claro respecto a todo lo que se viene después y de verdad me gustaría que mis congresistas, la prensa y los propios activistas homosexuales hablen un poco más abierta y profundamente acerca del futuro.

Me llegó por ahí este video que es claramente de oposición y que sataniza lo que han vivido algunos países europeos que ya avanzaron por esa senda. Seguramente es bastante exagerado, pero entre todo lo que dicen hay temas importantes que deberíamos conversar desde ahora.

Al ladito de ese encontré este otro video (en inglés) de un pata australiano mucho más mesurado y tranquilo, pero que también enumera un sinfín de consecuencias que ya se ven en todo el mundo.

¿Educación multi-género de los niños en las escuelas primarias? ¿Baños para cada género en lugares públicos y oficinas? ¿Prisión y multas para los que opinen en contra? ¿Prohibición de distribuir Biblias por ser un libro homofóbico? ¿Obligatoriedad de bodas gay incluso en las iglesias que se oponen? Hey! Hey! Hey! Un ratito!!

O sea… quizás así tengan que ser las cosas… pero como así sin ni siquiera un besito... por lo menos hablémoslo primero, no?

Hasta a un creativo bastante ateo y liberal como yo le es difícil aceptar todos esos cambios así… de rancancún y sin aviso. ¡Imagino el mambo cerebral que puede darse en la cabeza de los más religiosos y conservadores y el porqué se oponen tanto! Racionalmente yo entiendo que el mundo va para allá y que quizás las cosas tienen que ser así, pero sinceramente no me es fácil, tengo que hacer un esfuerzo en cosas como -por ejemplo- la educación de los niños. A mi me falta saber más y entender más, para luego aceptar más; pero seguramente Phillip Butters va a salir con una metralleta cuando se entere!

Y ese es el punto. Para mi esa es la discusión que hubieran tenido que llevar al Congreso. Exponer el tema con claridad, con amplitud, con casos, con datos, con visión de futuro y proponer un plan que resuelva TODO el tema completo de los derechos de los gays, lesbianas, transgénero y todas las variantes existentes. El país merece estar debidamente informado de lo que viene después de dar el primer paso, para que cuando sea el momento, la gente (especialmente la más religiosa, tradicionalista y conservadora) haya tenido tiempo para rumiar y digerir los grandes cambios que todo esto implica. (Igual algunos van a vomitar bilis color arcoíris, pero habrá que ser tolerantes también con ellos.)

Esa debió ser la estrategia. Seguramente el camino de ir por el TODO era más espinoso, claro, pero si la discusión hubiera ido por este camino macro, el tema de los derechos de las parejas se hubiera convertido inmediatamente en un tema micro, y muy posiblemente hubieran podido conseguirlo al toque, en la primera negociación.

No tendrían que empezar todo de cero, como ahora. Hubieran chapado del lobo, un pelo, y hubieran quedado en una inmejorable posición para seguir avanzando en lo que seguramente va a ser una larga (ahora aún más larga) lucha.